Trato de buscar la inspiración que he ido perdiendo. Supuse ésta se incrementaría dado que he experimentado nuevas experiencias, cambios de parecer y de ideas.
Una bastante importante fue el concepto de vivir y de la vida misma.
El profundo miedo que le tenemos a lo desconocido.
El terror de perder a alguien, o no poder estar ahí para alguien.
Hasta me di cuenta el dolor de estar lejos de alguien
Antaño habría escrito muchas cosas acerca de esto - y no es que haya dejado de reflexionar, al contrario, no puedo parar de hacerlo -, pero hoy en día no he tenido tiempo o - corrijo -, no me he hecho el tiempo de escribirlo.
Todo lo que ha pasado me pone muy triste, pero no lo puedo expresar; dos muertes, estar lejos de mi hogar, involucrarme demasiado con una persona que está al otro lado del mundo...
Hasta el año pasado imaginaba mi vida bastante distinta a lo que es hoy... es una pena que no lo sea, pero no dudo en que esto cambie y tome otro cauce. Pero quiero saber cuando!
¿Cuando podré dejar de sentirme así?
¿Cuando podré descargarme en el abrazo de ese ser amado?
¿Cuando podré pronunciar ciertos nombres sin que se quiebre mi voz?
Tal como la filosofía se dedica a buscar preguntas y no respuestas, yo anhelo lo contrario
Y volvemos al temor, temo a lo desconocido, temo no concretar mis metas, temo despedirme y no tener certeza de que volveré a ver a esas personas, incluso temo cerrar los ojos y no volver abrirlos.
La muerte es una prostituta que se acuesta con cualquiera... basta con llamarla y ofrecerle algo a cambio ¿pero y si no la llamas y viene igual? ¿o no es necesario llamarla concientemente? ¡quizás llega cuando quiere!
No hay comentarios:
Publicar un comentario