viernes, 9 de enero de 2009

No quiero dejarte... Buenas noches...

-Soy un animal salvaje- Le gritó -No soy para ti.
Él ignoraba por completo el efecto de estas palabras sobre ella.
-Es imposible que tú seas más salvaje que esto que siento- Le instó con sus dos manos en el pecho.
-Creeme amor, yo eso lo sé- Le respondió solemne -porque siento exactamente lo mismo.
-Y entonces ¿que te detiene?- le gritó apenada.
-Todo lo demás. No puedo guiarme por un sentimiento e ignorar algo que es más fuerte que yo.
-Tal vez, pero tampoco lo intentas- Le dijo, ahora más tranquila, más entregada a la idea.
-Pero lo intenté.
-Eso tal vez no es suficiente para lo que yo entregué.
-No puedo hacer más, no quiero hacer más.
"no quiero" rezongó en la mente de ella.
¿no quiere? se preguntó
¡entonces eso era! exclamo en su fuero interno.
No es que no pudiera, ni que ya halla dado todo de sí
es sólo que él no quiere.
entonces por que aún yo quiero, por que aún quiero salvar lo que, me acaban de informar, es insalvable, imposible, inberosimil.
Él no me ama, me lo acaba de dejar en claro.
Y yo como una estúpida, no lo logró asimilar, no lo logro asumir.
estoy completamente aturdida.
Se cuestionó ella.
-¿por que no has dicho nada?- Le preguntó él. -Por que callas ¿amor?, Dímelo, díme lo que sientes.
-¿Por que no me dices tú lo que no sientes?
Él la miró completamente desconcertado.
-¿Que me estas queriendo decir?
-Me acabas de decir que no quieres seguir intentándolo.
-Si, lo acabo de decir.
Ella lo miró esperando una expoliación,
y él con dulzura le devolvió la mirada
-Claro que no quiero hacer más, Porque no hay más que hacer.
-Pero no entiendo. dijiste que no eras para mi.
- Y no los soy, pero no puedo dejar de amarte, y si eso es lo que quieres, yo voy ha estar contigo.- dijo él rendido al fin - Si tu no tienes por que rendirte, yo tampoco. Si a ti no te importa que tan salvaje soy, a mi no me importara lo contrario de ti.
-Nos podemos controlar, podemos aprender el uno del otro. No hay porque temer.
Ella Lo tomó de la mano y lo llevó caminando hacia algún lugar, en este lugar, especial para ellos ella lo besó. Así como lo beso por primera vez en el mismo lugar, lo besó ahora.
Era un beso inocente, pero con pasión. un beso dulce y tierno. un beso de buenas noches.
-Buenas noches, cariño- Agregó ella y se recosto bajo los brazos de su fiel amante.
-Buenas noches, amor mio- Se despidió él y, sin soltar el abraso que la cubría, se acomodo a su lado.
Cerraron los ojos y durmieron toda la noche.


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